Nieve, mucha nieve. No se veía ni un palmo de la carretera.
Sofía y John discutían. Se iban a casar, pero no se ponían de acuerdo en el
lugar. Ella quería contraer matrimonio en una playa de España. Él en los
fiordos noruegos. Insultos, amenazas, se dijeron de todo. Hasta que un conejo
apareció en la calzada. John pisó el freno al máximo y el hielo hizo el resto.
El vehículo abandonó el asfalto hasta estamparse contra un árbol escondido
entre unos matorrales. Ella murió al instante. Él sobrevivió. La profundidad de
la noche se había llevado a lo que más quería.
Los desconocidos