viernes, 1 de julio de 2011

5-Un fallo muy grande.

Qué bonito es eso de conocer a alguien, que te saque la primera sonrisa, empezar a sentir algo fuerte, acabar enamorándote, que te de miles de sorpresas, que te regale mil cosas, que te abrace, que te bese... Somos felices gracias a esa persona. Pero en cuanto esa persona desaparece de nuestras vidas, por una razón u otra, nos hundimos. Una cosa es hundirse un día, dos, o una semana. Pero cuando se pasa así durante un mes o más, algo  en nuestras vidas no va bien. Quizá sea que no hemos encontrado nuestra felicidad interior.
Esto ocurre cuando nos enamoramos de alguien y dependemos demasiado de esa persona. El amor a veces ocurre cuando no estamos a gusto con nosotros mismos y necesitamos a otro ser que nos de felicidad. Esto es un fallo. Un fallo demasiado grande. No busques el amor cuando no seas feliz contigo mismo, búscalo cuando ya lo seas. Cuando estés feliz contigo mismo, te mires al espejo y te sorprendas de lo guap@ que eres y sepas lo que vales, estarás preparado para encontrar el amor verdadero.
Muchas personas, como por ejemplo yo sin ir más lejos, después de una larga o intensa relación se sienten vacíos, descubren que algo les falta. Ese algo las personas lo traducimos directamente al amor, y no es así. Ese vacío interior es la ausencia de nuestra propia felicidad. La felicidad de cada individuo, no es el amor. En cuanto ese vacío deje de existir sin haber encontrado aún a alguien, estaremos plenamente preparados para enamorarnos y no depender en exceso de la otra persona. Si ese vacío nos lo llena otro ser, no habremos avanzado en absoluto, seguiremos estancados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario