martes, 28 de junio de 2011

4-Adiós (2ª parte)

Laura era el amor de mi vida. Habíamos vivido cosas increíbles, casi imposibles de que se repitieran con otra persona. Esa tarde me despedí de ella hasta el día siguiente. Ella fue hacia un lado y yo hacia el contrario. Yo tenía que atravesar una plaza entera, y ella tenía que cruzar un paso de peatones. Mientras caminábamos, mirábamos continuamente hacia atrás sonriéndonos mutuamente. Laura se dispuso a pasar la carretera cuando yo me fijé en que un autobús venía a toda velocidad hacia ella sin que lo viera. Me volví loco y empecé a correr a la vez que gritaba. Ella se giró y lo divisó mientras el autocar intentaba frenar sin éxito alguno. Me detuve a 5 metros del cruce y vi como mi mundo se desmoronaba, como uno de los pilares de mi vida se esfumaba para no volver jamás.
Me encontraba tirado en el suelo de la carretera llorando y abrazando al amor de mi vida. No me dio tiempo a despedirme de ella. De repente alguien me tocó la espalda con suavidad. Era Laura. Me dijo que todo se iba a solucionar y que me iba a esperar el tiempo que hiciera falta. Me acarició la cara y me dio un beso en los labios. Segundos después desapareció para siempre. Mi corazón siempre será suyo.

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