jueves, 6 de noviembre de 2014

Cómo Conquistar a una Desconocida en 16 Días: Día 8

Miércoles 5 de noviembre

-Oh, Dios. ¡¿Se lo has contado?!—gritó Mariano. Estábamos los tres en su despacho.
-No puede ser CP… No puede ser… Ala. Se acabó lo de conquistarla en 16 días. Porque después de eso vas a necesitar 16 décadas como mínimo—aseguró Lucas con las manos en la cabeza.
-Me empezó a contar todo lo de utilizar a alguien y no me pude contener. Soy una buena persona—no lo era. Pero estaba intentando convencerme de ello.
-Cuéntanos qué pasó después…



-GI. Tengo que contarte algo. He estado utilizando a Paula para darte celos. No la quiero. Y me repugna. Pero es que estoy enamorado de ti—detuvo su mirada sobre mis ojos como si estuviera buscando algún detalle en mi rostro que le indicara que solo era una broma. Pero mi expresión lo aclaraba todo.
-¿Me estás vacilando?
-No. Es la verdad. Lo siento muchísimo. Pero es que me gustas mucho. Y no quiero que te marches de aquí.
-Esto tiene que ser una broma. ¿Dónde están las cámaras?
-No hay cámaras. GI, por favor. Escúchame.
-Vale. Te escucho—afirmó muy enfadada.
-Desde que entraste en la oficina me enamoraste. Supe que había una química entre nosotros fuera de lo normal. Y cuando te contrataron y me enteré de que si superabas la prueba te volvías a tu ciudad, me dio algo. Hablé con Lucas y Mariano…
-Un momento—me irrumpió— ¿Lucas y Mariano están al corriente de todo esto?
-Claro. Ellos me han estado ayudando.


-¿De qué vas tío?—interrumpió Mariano—Eso no se cuenta nunca.
-Bueno, bueno. Yo estoy flipando. O sea que además de joder el plan, ¿nos jodes a nosotros? ¿Qué clase de amigo eres?—se enojó Lucas.
-¿¡Podéis dejarme que termine la historia!?


-Claro. Ellos me están ayudando.
-Mira, CP. No quiero saber más. ¿Qué pasa? ¿Te han estado dando clases de cómo conquistar a una desconocida en 15 días?
-Son 16.
-¡Me da exactamente igual los días que sean!—gritó. Los transeúntes se sobresaltaron—El caso es que has hecho daño a otra persona para hacerme daño también a mí. Y es una pena. Porque me pareces gracioso y atractivo. Pero si había alguna posibilidad entre nosotros, ya no la hay—se dio la vuelta y entró en el portal. No volví a hablar con ella el resto de la jornada.


-Le gustas—dijo repentinamente Mariano.
-¿Qué?
-Que le gustas. Te ha dicho “si había alguna posibilidad entre nosotros, ya no la hay”. Eso es que había muchas posibilidades. Y que las sigue habiendo.
-¿Cómo lo sabes?—interrogué fascinado.
-Tienes que aprender a leer entre líneas. Las mujeres son así. Cuando te dicen que no es que sí. Y cuando te dicen que sí es que también.
-Y cuando te dicen “me duele la cabeza” es porque están esperando a que les supliques y a que te arrastres—irrumpió Lucas.
-¿Qué coño dices?—interrogué sorprendido.
-Déjale. No sabe de lo que habla—respondió Mariano— ¿Quieres seguir conquistándola?
-Pues claro.
-Entonces hazte el duro. Ve de machote. Demuéstrale quién es el macho alfa en la oficina. Que te vea como un malote. Les encanta.
-¿Cómo un malote? Eso se me da bien—salí del despacho y comencé con mi nuevo plan.
-¿Crees que funcionará?—interrogó Lucas.
-¡Qué va! Va a hacer el macarra delante de ella… Es un suicidio. Pero que se joda. Nos ha delatado. De todas maneras, haga lo que haga no va a conseguir conquistarla.

-¿Eso piensas? Pues fíjate que yo en esta ocasión tengo  una corazonada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario